06 febrero 2014
Avistamiento de puesto de trabajo
Ya vamos por los 5 millones de parados.
Recuerda, el 20N nolesvotes, y vota a otro
06 febrero 2013
Rajoy y el tic del mentiroso
19 julio 2012
13 febrero 2012
24 noviembre 2011
Por una crisis más humana
31 agosto 2011
CONTRATO TEMPORAL
30 mayo 2011
VIVIMOS EN ESPAÑISTAN
11 marzo 2011
Harlem Shake del PP
21 febrero 2011
TOME COCA COLA: POR UN MUNDO FELIZ...
En la última campaña publicitaria de Coca-Cola, de título"hay razones para creer en un mundo mejor", en la que se afirma que se utilizan datos extraídos de un estudio realizado en 2.010 sobre la situación mundial, se hacen una serie de comparaciones desatinadas y falsas.
Veamos las más llamativas:
—“Por cada arma que se vende en el mundo, 20.000 personas comparten una Coca-Cola”
Considerando que:
Cualquiera puede darse cuenta de que si empezáramos a contar todas las armas que fabrican los ricos para que sean disparadas contra los pobres, las cuentas no cuadran ni a tiros. De cumplirse la comparación, estaríamos nadando en Coca-Cola.
—“Por cada Bolsa de Valores que se desploma hay 10 versiones de What a Wonderfull World”
La premisa previa no se cumple, teniendo en cuenta que no definen en qué consiste exactamente ese “desplome” y que, en caso de que haya tenido lugar alguno en algún momento, las Bolsas de Valores son Ave Fénix que renacen de las cenizas de sus propias víctimas y se yerguen sobre el mundo cubriéndolo de sombras y de hambre cíclicamente. Además está la falsa idea en el juego comparativo bueno-malo, de que el desplome de una Bolsa de Valores es una mala noticia. Si tenemos en cuenta que por cada inversor en Bolsa que existe, hay cientos de miles de personas sumidas en la pobreza, y no me refiero a un “por” comparativo, sino a un “por” causal, al final no es tan mala la noticia del desplome. Probablemente el desplome de 10 bolsas de valores es la mejor versión de "What a Wonderfull World" que puede inventarse.
—“Por cada persona corrupta hay 8.000 donando sangre”. Nuevamente estamos ante una comparación desafortunada… y falsa. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, en 2007 se recogieron 85.000.000 de donaciones de sangre en todo el mundo. Por lo tanto, según Coca-Cola, en todo el mundo debe haber apenas unas 10.600 personas corruptas. Ridículo, ¿verdad? Teniendo en cuenta que únicamente en torno a la política estadounidense existen más de 150.000 lobbistas (personas que intentan influir en la política para favorecer determinados intereses empresariales o sectoriales) y considerando que cada uno corrompa a una persona influyente y con capacidad de decisión, sencillamente, no salen las cuentas. Incluso en el caso de que cada persona corrompible estuviera emboscada por 15 individuos de esa calaña, los 10.600 se contarían en Estados Unidos y eso, desde el punto de vista estadístico y lógico, es imposible. Tampoco hay un puesto dentro de esos 10.600 corruptos, para cada persona que la corporatocracia precisa corromper en el tercer mundo, a fin de expoliar impunemente sus recursos.
Por otra parte, me imagino a la dirección del Partido Popular español redactando ahora mismo un comunicado en el que exprese su "oposición" a esta comparativa que ningunea a muchos de sus dirigentes, dejándoles sin su merecido puesto entre los 10.600.
Las otras comparativas
Puestos a jugar a las comparativas, el anunciante se ha dejado algunas muy importantes en el tintero, seguramente con el ánimo de no hacer muy largo su anuncio promocional:
—Por cada concesión de explotación de acuífero en favor de Coca-Cola, una comarca se queda completamente seca.
—Por cada acuífero que se apropia o que arruina con sus vertidos, la compañía tiene que invertir varios millones de dólares para lavar su imagen.
—Por cada 6 litros de producto producido en el tercer mundo, una persona del tercer mundo pasa un día entero sin agua, muchas de las cuales son niños, uno de los principales objetivos comerciales de la marca estadounidense.
—Por cada cultura local, por cada hábito cultural distinto al consumo de Coca-Cola, la compañía ha identificado un enemigo a batir, a desplazar, a suplantar, a destruir.
—Por cada tonelada de hoja de coca que la compañía tiene que importar, un periodista indocumentado y malintencionado acusa a Hugo Chávez de mascar hoja de coca todas las mañanas. Como puede observarse, la hoja de coca sirve lo mismo para fabricar el orgullo nacional con gas, que para desacreditar a un presidente electo de un país anti-imperialista.
—Por cada trabajador que Coca-Cola tiene en Estados Unidos con derechos laborales, existen al menos 10 trabajadores explotados por la compañía en sus plantas de países no pertenecientes al primer mundo.
—Por cada dólar aportado por Coca-Cola a la campaña electoral de Bush, murió un iraquí inocente durante la invasión y estancia ilegal en aquel país.
—Por cada pueblo que la política de la compañía arruina, existe un ejército que está dispuesto a defender a la compañía ante cualquier legítima protesta o reclamación, por parte de los damnificados.
—Por cada millón de dólares de beneficio se cuenta un caso de represión psicológica o física contra trabajadores, sindicalistas, consumidores y afectados en general por la política de la empresa. En muchos casos, la represión ha terminado con la vida de quien reclamaba sus legítimos derechos.
Efectivamente hay razones para creer en un mundo mejor, hay razones para creer en una publicidad mejor, hay razones para creer en una política empresarial mejor.
Puede que solo sean impresiones mías, pero parece claro que esta compañía y su nociva y dañina política de expansión, es el paradigma de la cultura imperialista estadounidense.
Fuente: http://impresionesmias.com/2011/02/13/la-edulcorada-publicidad-de-coca-cola/
16 diciembre 2010
04 diciembre 2010
18 mayo 2010
24 marzo 2010
08 marzo 2010
03 febrero 2010
PARO Y MAQUILLAJE DE NUMEROS

30 enero 2010
29 enero 2010
21 enero 2010
OPIO PARA EL PUEBLO
-Estamos en la cuesta de enero más dura en décadas, ¿qué nos espera para el resto de 2010?
Santiago Niño Becerra. Cosas malas. El dinero público que se ha inyectado con el Plan E sólo ha producido un ‘efecto anfetamina’. Es como si a una persona exhausta le das una anfeta. No se pone bien, pero revive momentáneamente. A la que se acabe el dinero, el efecto se diluye. Y se acabará. Las preguntas, ahora, son otras.
- ¿Por ejemplo?
- ¿Cuál es el máximo déficit que puede soportar la economía española? ¿El 12, el 15 por ciento? ¿Y la máxima deuda pública? Y el paro, ¿hasta dónde puede llegar?
- Ya estamos rozando el 20 por ciento.
-Si incluyésemos a la gente que hace tiempo renunció a buscar trabajo y ni se apunta, estaríamos ya en el 23 y quizá nos iremos hasta el 31: una de cada tres personas en edad laboral.
- Pero Europa nos exige cumplir con unos objetivos.
-Han saltado por los aires. Es como si tú me dices que soy Brad Pitt y yo me lo creo, y actuamos en consecuencia. A España le exigen que en 2013 tenga un tres por ciento de déficit. Y el Gobierno responde: «Vale». Y a otra cosa. Si España cerró el año pasado con un déficit cercano al diez, cómo va a cumplir. Imposible.
-Qué pasa si el déficit y la deuda se disparan.
- Cuanto mayor es el déficit, más deuda pública tiene que emitir el Estado para tapar el agujero. O eso o le metes la tijera brutalmente al gasto público. El problema es encontrar a alguien que te compre la deuda.
-¿Por qué?
-Porque no se fían. Pérdida de confianza.
-¿Y qué pasaría?
-Que el que compra diga que no quiere dinero, que quiere cosas. Por ejemplo, los rendimientos de una autopista o del AVE. Garantías reales, tangibles. Ya pasó en el XVI: los monarcas españoles cedieron las minas de Almadén a banqueros alemanes.
-Pero dicen que nuestros bancos son de los más preparados del mundo para afrontar la crisis.
-Le doy un dato: entre 2010 y 2012, bancos y cajas españoles tendrán que devolver 412.000 millones de euros. ¿Podrán? No. Es casi el 40 por ciento del PIB español.
-¿Y por qué tienen esas deudas acumuladas?
-Porque la mitad de lo que las entidades financieras han dado estos últimos años en créditos hipotecarios lo pedían prestado fuera. Era tanto que en España no había suficiente.
-Pero los bancos están saneados. No tienen subprime.
-Eso es una falacia.
- ¿Tienen?
- No.
-¿Entonces? ¿Cuál es el problema?
- Los bancos tienen un tomate de deuda. Hay un montón de gente a la que le han concedido créditos e hipotecas que van a perder el trabajo y no las van a poder pagar. ¿Qué hará la banca?
-Soy todo oídos.
-Pues desahuciarlos y deberían provisionar los impagos a pérdidas. De momento, están capeando el temporal porque las inmobiliarias morosas están pasando bloques enteros y urbanizaciones a los bancos. Los bancos las han contabilizado a valor de mercado, pero es ficticio.
-Pero las casas están ahí.
-Sí, pero sobrevaloradas. En Europa llaman a este fenómeno las spanish subprime. La banca española no ha mentido, pero hay que hilar muy fino entre mentir y no decir toda la verdad.
- Y las empresas, ¿cómo saldrán del apuro?
- Automóvil, turismo, ladrillo y manufacturas relacionadas con estos sectores copan casi la mitad del PIB. Pueblos enteros viven de los azulejos y las puertas. Y en la automoción, igual. El nivel de dependencia de las ciudades donde hay ensambladoras de coches es terrible. Un descalabro... y se hunden.
-De momento hay paz social.
-Por el subsidio y el colchón familiar. Más adelante se legalizará la marihuana para tener tranquila a la población. Y, de paso, el Estado recaudará un impuesto: la tasa del cannabis.
- Zapatero dice que estamos saliendo de la crisis.
- ¡Qué va a decir! La crisis empieza ahora. La economía seguirá hundiéndose hasta 2012, luego habrá un estancamiento y finalmente una recuperación paulatina hasta 2020.