Hace tiempo que me viene dando vueltas en la cabeza la idea del “día a día”, me refiero a que en realidad, mas de uno de nosotros, creemos que pensamos en nuestro futuro, que hacemos las cosas en función de crear un bienestar para el mañana, la mayoría de las veces de forma automática, casi inconsciente. Pero no es así, estamos luchando por el día a día. Por mas que en el fondo intentemos creernos transgresores y hasta escapistas de este sistema montando que algunos enchufaron y caímos dentro como borregos.
Este sistema, que más que sistema lo hemos tenido que aceptar como forma de vida, nos mantiene como tontos, creyendo que trabajar mas nos salvará, pero lo único que conseguimos, además de perder nuestro valioso tiempo (tiempo = vida) es comprar esa ultima play station que parece espectacular, y ese ultimo nokia que hace maravillas, y así, sin darnos cuenta, caemos otra vez en el día a día.
Una vez viajé a Marruecos y una de las apresuradas deducciones que saqué fue, que esa gente vive el día a día, que tratan de conseguir esa comida de hoy, por si aun lo habían hecho, y si no se consigue, pues mañana será otro día y habrá que volver a intentarlo. Al principio me sentí excluido, me sentí el occidental superado. Pero me equivoqué, porque a mayor o menor escala, nos pasa exactamente lo mismo. Tampoco quiero decir, que aquel que tiene su fortuna segura en acciones de una buena empresa en la bolsa, o aquel que guardó su dinero bajo el colchón, o aquel que nació con cuna de oro esta salvado. No lo creo, ni lo envidio, ni me interesa.
Mi bronca va contra aquellos que se aprovechan de los tontos que vivimos el día a día. Nos levantamos esperando que no suba el precio del pan, nos preguntamos si el barril de brent habrá bajado. ¿Para qué? Si baje o suba, la estación de servicio no bajará el precio. Esta gente no puede perder. No van a perder. Solos los que necesitamos y vivimos ese día a día. No sé si expliqué bien lo que intentaba decir.
Este sistema, que más que sistema lo hemos tenido que aceptar como forma de vida, nos mantiene como tontos, creyendo que trabajar mas nos salvará, pero lo único que conseguimos, además de perder nuestro valioso tiempo (tiempo = vida) es comprar esa ultima play station que parece espectacular, y ese ultimo nokia que hace maravillas, y así, sin darnos cuenta, caemos otra vez en el día a día.
Una vez viajé a Marruecos y una de las apresuradas deducciones que saqué fue, que esa gente vive el día a día, que tratan de conseguir esa comida de hoy, por si aun lo habían hecho, y si no se consigue, pues mañana será otro día y habrá que volver a intentarlo. Al principio me sentí excluido, me sentí el occidental superado. Pero me equivoqué, porque a mayor o menor escala, nos pasa exactamente lo mismo. Tampoco quiero decir, que aquel que tiene su fortuna segura en acciones de una buena empresa en la bolsa, o aquel que guardó su dinero bajo el colchón, o aquel que nació con cuna de oro esta salvado. No lo creo, ni lo envidio, ni me interesa.
Mi bronca va contra aquellos que se aprovechan de los tontos que vivimos el día a día. Nos levantamos esperando que no suba el precio del pan, nos preguntamos si el barril de brent habrá bajado. ¿Para qué? Si baje o suba, la estación de servicio no bajará el precio. Esta gente no puede perder. No van a perder. Solos los que necesitamos y vivimos ese día a día. No sé si expliqué bien lo que intentaba decir.
4 comentarios:
Pues creo haberte entendido perfectamente. Y te doy la razón. Nos perdemos en mil deseos superficiales que en realidad no nos aportan tanto como nos prometen. Y sin embargo el mundo sigue su marcha empujado por la necesidad que ellos tienen de más poder y más dinero, que es su deseo primordial.
Carpe Diem
Muy de acuerdo, es importante que vayamos entendiendo que el consumir menos, lo necesario y no lo superficial es primordial para desesclavizarnos
Perfectamente entendido y una vez pensado fríamente bastante de acuerdo, la verdad, todos estamos metidos en esta red viciada de la que no logramos salir. Saludos
sí, se entiende. pero esa gente de sencilla de marruecos mataría por vivir como viven esos que ven por la tele,y la de locuras que hacen para lograrlo.
el día a día es la clave de todo control social, que vivas en ese día a día.
el pobre siempre paga sus deudas y nunca protesta.
trabajar más no nos salva la vida, el futuro es un cuento. pero el futuro también existe, siempre viene. y he visto morir a muchos viejos en la miseria total por colgados y poco precavidos.
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